Sumatorio

Y aquí ¿seguimos?. Si, seguimos.

Ha llegado Julio, y con Julio bastantes cambios. Mi situación de europeo de pro con mis viajes Madrid-Amsterdam semanales llegó a su fin tras cuatro meses bastante diferentes. Vuelvo a estar situado en Madrid y en esa oficina el tiempo de blogger lo tengo por ahora bastante más restingido. A este cambio de base se le une el que me haya cogido unos días de vacaciones que, afortunadamente, me mantienen bastante más lejos del PC de lo que es habitual. En resumen, que no me he olvidado del blog aunque el ritmo de actualización haya decrecido tantísimo en 10 días. Sigo aquí para bien o para mal.

En este tiempo han pasado cosas. ¡¡¡Yaguiseguimos ha repartido ya más de diez mil octavillas!!!. Increible. El empujon de las últimas semanas ha venido dado según me decís en los comentarios a que en La ventana han recomendado el libro El niño con el pijama de rayas del que hablabamos por aquí hace un tiempo.

No pude escuchar el día de la recomendación en sí, pero la semana pasada en el coche sintonicé la ventana y comprobé que fue en la sección que Almudena Grandes y Juan Cruz donde lo nombraron (y provocaron que la gente buscase el libro como locos). Por lo visto a Juan Cruz le gustó (y a los oyentes también, aunque los peloteos en las llamadas a la radio diluyan bastante las opiniones de la gente) y lo recomendó como lectura de verano. Teniendo en cuenta que se lee en una tarde, no es mala elección para tostarse bajo el sol con él en la mano.

Por otra parte, hoy he visto como uno de los posts del blog (la defunción de mi portatil) ha llegado a ojos de la gente de Ahtec pues alguien de la empresa ha dejado su mensaje como comentario para recomendarme que pida un presupuesto. Viva Internet. Si no consigo resucitarle con una visita a un exorcista amigo esta tarde, probablemente pediré presupuesto.

Y poco más señores, que aquí seguimos. ( Unos más jóvenes que otros, felicidades Aure 😀 )

El niño con el pijama de rayas

Y aquí seguimos, comprando libros en el aeropuerto.

Nota del editor en la contraportada:

Estimado lector, estimada lectora:

Aunque el uso habitual de un texto como éste es describir las características de la obra, por una vez nos tomaremos la libertad de hacer una excepción a la norma establecida. No sólo porque el libro que tienes en tus manos es muy difícil de definir, sino porque estamos convencidos de que explicar su contenido estropearía la experiencia de la lectura. Creemos que es importante empezar esta novela sin saber de qué trata.

No obstante, si decides embarcarte en la aventura, debes saber que acompañarás a Bruno, un niño de nueve años, cuando se muda con su familia a una casa junto a una cerca. Cercas como ésa existen en muchos sitios del mundo, sólo deseamos que no te encuentres nunca con una. Por último, cabe aclarar que este libro no es sólo para adultos; también lo pueden leer, y sería recomendable que lo hicieran, niños a partir de los trece años de edad.

El editor.