Rato, Aguirre, Gallardón y Aznar. Ah y Rajoy.

Y aquí seguimos, descolocados como siempre en estos días de veinticinco horas.

Rodrigo Rato en los años 70.

Después de desayunarme un café con el interesante artículo sobre el regreso de Rato a España y cómo evoluciona con esta vuelta la partida de ajedrez que se juega en el Partido Popular, he encontrado esta viñeta de Peridis que le viene perfecta.

Peridis no es un dibujante que llame mi atención, pero hoy la ha captado.

Agentes dobles en España

Y aquí seguimos, aburridos en el curro y viendo como en España hay otros trabajos mucho más divertidos.

Os copio la micronoticia que acaban de poner en Elpais.com y que supongo que desarrollarán en breve:

El director del Centro Nacional de Inteligencia, Alberto Saiz, ha infoprmado esta mañana de un caso de contraespionaje en el seno de los servicios españoles de inteligencia. Según ha explicado, se ha detenido a un «agente doble», que espiaba para un país extranjero que no se ha especificado. El agente facilitó datos sensibles de la inteligencia española a ese país hasta 2004.

Edito para contestar con lo poco que han dicho ya:

¿Qué país? – Rusia – ¿Qué información? – Importante – ¿Qué hace Sydney Bristow en Madrid? Esto deja el tema de Aramís en bragas. Vaya veranito señores….

Anacronismos

Y aquí seguimos, viendo como Mauro Entrialgo ha plasmado el anacronísmo de la censura del jueves en su viñeta en El País. Es que es algo medieval…

Hablemos del milenarismo…

Y aquí seguimos, haciendo planes.

Isaac Newton, físico, matemático, filósofo, inglés. Y profeta. Leo en el país, y releo en la wikipedia, que Newton tenía otros intereses más alejados de la ciencia pura y dura, a los que (habría que ver cómo) aplicaba el mismo tratamiento que a sus menesteres más oficiales. Amante de la alquimia, estudió el libro de Daniel sacando la conclusión de que el fin del mundo ocurriría 1260 años después de la refundación del Imperio Romano por Carlomagno. Para ahorrarme el cálculo, el periódico me dice directamente que eso ocurrirá en el año 2060. Inquietante…

Asumiendo un rol pasivo, de espectador, he de decir que no me viene mal la fecha. Con 79 años de edad, y espero que en plenas facultades mentales, ¿asistir al apocalípsis en persona?. Todo un lujo. Preparen las trompetas, ábranse los cielos, dejen sitio para mi silla. Que empiece la función.

Tengo una pregunta para Rajoy – Forges